Lijado de Carmelita

El proceso de lijado es muy importante y debe hacerse a conciencia, con cuidado y a la vez aprovechar para evaluar cada pieza. Vamos a comenzar por arreglar el cuello. Unimos las piezas con pegamento y preparamos masilla de dos componentes para reforzar el interior. Las piezas encastran bien, aunque deberán ser lijados los bordes que aparezcan. Todo el procedimiento del resto de la restauración se basa en las etapas que siempre llevamos a cabo:
Desarmar la muñeca, lijado, enduído, lijado definitivo, pintura, laca y armar. Por último el vestido.

Como se puede apreciar han coincidido perfectamente, esto es un alivio ya que de este punto realiza toda la fuerza de sostén.
Por dentro se refuerza con masilla de dos componentes de secado lento. Una pez que esté bien seco recién se comenzará el proceso de lijado, enduído y lijado definitivo.
La lija será de grano fino ya que es la cabeza y debe ser un proceso delicado.

El enduído debe colocarse haciendo presión para que penetre en las posibles ranuras o huecos , sin exagerar porque después hay que lijar.




Así queda definitivo el arreglo del cuello. Habrá que pintar para saber si todavía falta lija, pero al tacto no se advierte absolutamente nada.



Los brazos deben ser lijados con cuidado.
Uno de los brazos estaba amarillo, esa pintura no permitía lijado así que utilicé Tricloroetileno con un algodón, espero que no les toque algo así. si desean saber algo más sobre este punto, pregunten pero no es motivo del tutorial de estas naturaleza.



Se utiliza luego del la aplicación del producto una lija fina para suavizar la pintura de base y darle mordiente.
Los brazos están listos para intentar pintarlos.





Las piernas presentaron la misma dificultad que uno de los brazos.

El torso se lija hasta dejarlo suave, no presentó necesidad de ninguna reparación. La pintura canela ha salido con bastante facilidad. Estamos listos para dar la primera mano de pintura.