Aplicamos la segunda mano una vez que la primera está bien seca, no antes. Repetimos la operación de la primera mano, pero observando detalladamente que no queden betas, rayas, o marcas de diferente color.
El trabajo debe quedar perfecto o deberá darse otra mano de pintura.
Se utilizaron los mismos pinceles que para la primera mano.
¡Qué rostro hermoso en verdad!
Todas las piezas han quedado terminadas con esta segunda mano de pintura.
Se pintan las uñas con el mismo color carmín de los labios, respetando el color original.
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